Estamos en un proceso de compresión individual, que nos lleva un camino interior el cual esta condicionado por nuestra experiencias. El equilibrio y la autosanación seran herramientos para el entendimiento verdadero de nosotros mismos.
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Nada es más difícil que aceptarse a uno mismo, con sus defectos físicos, debilidades emocionales, y dejar de lado ese tonto orgullo que nos ciega, y nos impide ver el horizonte con claridad , dejar todo eso y desvestirse y verse tal como es uno, en esencia podemos ser todo o no somos nada, eso depende de nuestra estabilidad y equilibrio emocional, muchas veces solo dependemos de los demás de lo que diga o piense la gente.
Aprender a enfrentar los problemas aceptándose a si mismo es el primer paso, huir de ellos nunca será la solución, solo postergara ese cruel sufrimiento de verse envuelto nuevamente en sus errores y vulnerabilidad emocional.
El Equilibrio Interior
Equilibra tus propósitos con tus hábitos
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Recuerdas tu sueño, pero te aferras a una rutina que te da seguridad, lo que te produce irritabilidad y frustración. Para solucionarlo, lo importante es ser conciente del auto sabotaje en el que estas: Reconocer que eres el responsable del desequilibrio entre tus hábitos y tus propósitos y analizar tu comportamiento y cambiar tu forma de pensar para que esté en equilibrio con tus sueños.
Equilibra como te ves y como te ven
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- Piensas que eres cariñoso, pero muestras rechazo hacia los demás, te muestras como una persona violenta y poco amigable.
- Piensas que eres amable, pero te muestras arrogante frente a las personas que trabajan para ti, tocas la bocina cuando pasa una persona mayor o gritas a menudo.
- Piensas que eres alegre, pero te agobias, no disfrutas y te irritas con facilidad.
- Piensas que eres tolerante, pero juzgas, estereotipas, y faltas el respeto.
Equilibra tu vida espiritual y material
Si centras la mayor parte de tu energía mental en el mundo material, vives en un estado de preocupación por lo tuyo y el dinero se convierte en el criterio más importante para evaluar todo, incluso tu felicidad. Las consecuencias de ser materialista son graves, pues no es recomendable aliarse con algo inestable y efímero. Recuerda que el paraíso es un estado de la mente, por lo que si logras la paz emocional y espiritual, obtendrás una felicidad más duradera y que nadie te podrá arrebatar, pues se encuentra dentro de ti.
Compilación.
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