El conocimiento nos abre nuevas posiblidades para la interpretacion de la realidad. Nos abrimos a interpretar nuevos paradigmas y con ellos lo complejo se hace simple, y el corazón orienta el sentido. Los hallazgos de su existencia son evidentes, y su conocimiento era superior al nuestro.
La búsqueda de la Atlántida ha constituido, y continúa siendo, un enorme desafío. Los supervivientes de este mítico continente han dejado huellas por todo el planeta. ¿Pero, qué sabemos con certeza sobre su historia y sociedad?. ¿Y sobre su arquitectura y ciencia?. ¿Es posible precisar dónde se encontraba, por qué desapareció y qué tipo de civilización poseía?
Cuando Platón describió la existencia de la Atlántida en sus diálogos Timeo y Critias, algunos autores clásicos, coetáneos de filósofo, comenzaron a interesarse por el mítico continente.
Desde entonces, se han planteado infinidad de hipótesis para demostrar la existencia de un continente, que con el paso del tiempo, ha llegado a convertirse en arquetipo de una civilización ideal. La Atlántida siempre resuena en nuestros oídos como un viaje épico hacia el descubrimiento de nuestros orígenes. Su nombre continúa estimulando nuestra imaginación.
La presencia de numerosos restos arqueológicos y megalíticos ciclópeos en muchas zonas de la Tierra, levantados con orientaciones astronómicas muy precisas, supuestamente anteriores a la Edad de Piedra, sugieren que una civilización de grandes astrónomos e ingenieros precedió a la prehistoria humana.