El negocio de la fe y las instituciones religiosas, limitan nuestras creencias. Vivimos en una sociedad de individuos escépticos y desmotivados al conocimiento. La eterna lucha entre el bien y el mal es totalmente falsa, solo es útil para controlarnos y mantenernos sumidos en la culpa y el miedo.
Hemos estados percibiendo la realidad desde la dualidad, y es que todo nuestro sistema de compresión esta orientado al enfrentamiento entre 2 partes. Identificar la ilusión de los opuestos es integrarlos y complementarlos para desde aquí asumir un nuevo estado de conciencia, que nos libera de limites mentales creencias arcaicas. Divide y vencerás decía, un antiguo proverbio chino, y es que en realidad, estamos divididos desde nuestro interior y no somos consciente de ello.
Quienes controlan el mundo, y lo mantienen sumergido en un estado de apatía e ignorancia saben que alguien que lucha contra si mismo y espera a alguien que lo salve, esta limitado y es fácil de controlar.
Con el paso del tiempo, las religiones, cualesquiera que sean, han terminado siendo reducidas, incluso por los creyentes, a un conjunto de ritos, de prácticas en las que su ser interior no participa verdaderamente. Y como estas prácticas por sí solas no son suficientes para despertar y desarrollar los centros espirituales que cada uno lleva en sí, han terminado adormeciéndolos y obstruyéndolos. Es necesario ir mas allá para que desde el auto-conocimiento y la comprensión de las energías del cuerpo, podamos elevar nuestra percepción al mundo del espíritu. Por eso, por mucho que tantas personas recen y mediten, no ven nada, no sienten nada, ni los ángeles, ni los espíritus de la naturaleza; y ni siquiera adivinan la presencia de entidades hostiles que vienen a hacerles daño, no reciben ninguna señal de advertencia, sus radares no funcionan.
Quienes controlan el mundo, y lo mantienen sumergido en un estado de apatía e ignorancia saben que alguien que lucha contra si mismo y espera a alguien que lo salve, esta limitado y es fácil de controlar.
Con el paso del tiempo, las religiones, cualesquiera que sean, han terminado siendo reducidas, incluso por los creyentes, a un conjunto de ritos, de prácticas en las que su ser interior no participa verdaderamente. Y como estas prácticas por sí solas no son suficientes para despertar y desarrollar los centros espirituales que cada uno lleva en sí, han terminado adormeciéndolos y obstruyéndolos. Es necesario ir mas allá para que desde el auto-conocimiento y la comprensión de las energías del cuerpo, podamos elevar nuestra percepción al mundo del espíritu. Por eso, por mucho que tantas personas recen y mediten, no ven nada, no sienten nada, ni los ángeles, ni los espíritus de la naturaleza; y ni siquiera adivinan la presencia de entidades hostiles que vienen a hacerles daño, no reciben ninguna señal de advertencia, sus radares no funcionan.
Hay que ir desterrando toda creencia de tu vida, olvidar para siempre todo dogma que te fue impuesto, desterrar para siempre cualquier concepto que te limite y deposite tu poder en algo exógeno, dar la espalda definitivamente a salvadores, mesías o corderos sacrificados por la salvación humana, nada de esto es útil, ni es verdadero. No necesitamos pastores, porque no somos ganado, no necesitamos guías por que todos tenemos un camino distinto, no necesitamos salvadores porque no hay nada de que salvarse y sobre todo, no necesitamos dioses porque todos guardamos uno dentro de nosotros, esa pequeña parte que nos han enseñado a no ver y que nos obcecamos en no sentir.
Nos enseñaron lo que es el bien y lo que es el mal. Nos dijeron que había buenos y malos y se aseguraron de que nos quedara claro. Lo extrapolaron a todo lo que nos rodea y nos pasamos la vida juzgando que es bueno y que es malo constantemente. No existe el bien o el mal, es hora que olvidemos estos conceptos para siempre, debemos desprogramarnos de este error que nos hace meter nuestra percepción en un agujero muy oscuro y muy profundo.
Es momento de asumir nuestro poder, de tomar nuestra responsabilidad y ser definitivamente valientes, desterrar el miedo a lo insondable y lo desconocido, y tomar el control de nosotros mismos. La única fe que debemos fomentar, es la fe en uno mismo, confiar en nuestras fuerzas y en nuestro criterio. No debe haber dioses menores que quieran controlarnos a través de nuestro miedo, que nos juzguen y nos amenacen con la condenación eterna, que nos sometan con rituales vacíos e inútiles, que orientan nuestro poder hacia el exterior y coartan nuestra libertad de elección. Olvidémonos de cristos y mesías salvadores, no necesitamos ningún cordero que limpie nuestros pecados, ya que son esos pecados los que nos harán crecer como seres espirituales, errar es aprender a dejar de errar y esto nos debe quedar claro. Hay que desterrar la culpa que nos trauma y nos acota, no somos culpables de nada, más que de entregar nuestro poder a otros, de no ser conscientes y de no asumir nuestra responsabilidad.
La unidad es la única forma de evolución en la humanidad.
Todos somos iguales, todos, buenos y malos, provenimos de la misma fuente, todos somos una misma cosa y todo lo que hagas, tendrá una causa directa en todos, por que todos tenemos un mismo principio y un mismo final. No hay más dios que el que hace que a diario te levantes y te esfuerces por aquello que creas importante, no hay más guía que tu propia intuición y no hay mas maestro que tú mismo. Empieza a asumir que no va a venir nadie a hacer tu trabajo, que nadie te va a salvar y que nadie si no tú, debes sacarte las castañas del fuego. Esta es una aventura en el que tu eres el protagonista, tu eres tu propio enemigo y los peores obstáculos te los pones tu mismo, una vez asumas esto lograras sortear los dramas que te lleguen de una forma mas positiva. Eliminaras culpables, eliminaras los juicios y asumirás tus riesgos, creando finalmente un ser poderoso y consciente, sin miedo y sin culpa, libre de elementos externos que limiten tu libertad y tu seguridad. Saca el Dios que hay en ti, poténcialo y haz que se refleje en tus actos, que sean estos los que te hagan crecer. Con esta actitud todo tú alrededor se impregnara inevitablemente de tu sabiduría y lograras el cambio en aquellos que te rodean simplemente por contagio.
No hay religión que no haya manchado sus manos de sangre.
Una vez seas un ser consciente, te darás cuenta que no necesitas rituales, ruegos o comulgar con inútiles creencias. Desterrar la religión es el primer paso hacia tu propio poder, tu propia consciencia y la llave de tu propio templo, donde tendrás acceso directo con el verdadero Dios que se haya dentro de ti y que guiara tus pasos a través de tu intuición y tu criterio, alejado de buenos y malos, viviendo de forma responsable y consecuente, creciendo y evolucionando espiritualmente de forma sana y adecuada, para siempre.
Esto no quiere decir que no halla que respetar a los creyentes, pues no hay que juzgar a quien decide por si mismo, por lo que cada uno debe es consciente de acuerdo a su estado de conocimiento.
Esto no quiere decir que no halla que respetar a los creyentes, pues no hay que juzgar a quien decide por si mismo, por lo que cada uno debe es consciente de acuerdo a su estado de conocimiento.
La unidad debe ser nuestra única meta. Todos unidos, sin necesidad de criterios que nos diferencien y nos separen, como religión, estado, bandera, orgullo o miedo. No debemos alimentar las diferencias que no sirvan para enriquecer al progimo. El enfrentamiento y la ignorancia fragmenta esa unidad natural y provoca que continúen ganando los mismos. Si después de miles de años con estos sistemas de creencias, no hemos conseguido erradicar el odio y las guerras, debe ser porque, esas creencias no son correctas y sus metas no son el amor, ni la hermandad, si no mas bien el dinero, el poder y el control. Busca dentro de ti que te hace mejor que otro, seguramente no hallaras nada especial, ya que todos somos básicamente iguales, la diferencias estiban en ideas programadas con un interés que ni siquiera conozcas, pero que consigue que te enfrentes sin razón hermano contra hermano.
Si aun piensas que tu mesías particular te va a salvar, que la religión y el estado son la base para continuar como sociedad, estarás tapando tus ojos ante lo evidente y estarás obviando todo lo que ha esclavizado al humano. No hay religión que no este manchada con la sangre de inocentes y no hay bandera que no oculte bajo sus gloriosos colores miles de muertos.
Si de verdad deseas un cambio, empieza por ti, elimina de tu mente todos tus dogmas y cambia el paradigma mental en el que te encuentras. Abandona la zona de falso confort que ofrecen esos inhumanos ideales y abraza la libertad que ofrece el conocimiento y la libertad de pensamiento. Aprende a ser tu mismo.
Las iglesias junto a las instituciones religiosas están evidenciado todo su oscuro entramado.Es normal que aquellos que depositaron su creencia(fe) desde niños, les signifique un duro momento de digerir. El conociendo nos dará el valor para no temer a los nuevos paradigmas.
Compilado: Anónimo Donoso.
http://lacosechadealmas.blogspot.com.es/
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