miércoles, 31 de octubre de 2012

KABBALAH & SUERTE Y REALIDAD

Antiguos y exclusivos secretos, ciencia y conocimientos cuánticos fueron sepultados haciéndonos olvidar la grandeza de la magia y la suerte. Vivimos escépticos sobre nuestra conexión con el universo.
Recordamos, avanzamos en nuestro camino individual donde somos sabios conocedores de nuestras posibilidades.

¿Qué es la realidad?

En la ciencia de la Cabalá, estudia lo que debemos hacer para penetrar una estructura oculta: la espiritualidad. Estudia cómo podemos ascender más allá de nuestro mundo, al campo que lo gobierna.
Percibimos un mundo que existe dentro de nosotros mismos. Nuestros cinco sentidos reciben algunos estímulos externos y los transmiten al cerebro, donde se procesan, formando una imagen del mundo y no percibimos nada fuera de este contexto.

El mundo que “conocemos” lo forman nuestras reacciones a los impactos externos. El mundo en sí nos es desconocido. Por ejemplo, si el tímpano en mi oído está dañado, no oigo nada y el sonido no existe para mí. Percibo sólo lo que se encuentra dentro del rango en el que estoy sintonizado.
Nuestra percepción del mundo es completamente subjetiva; no nos proporciona información acerca de lo que ocurre fuera de nosotros. Captamos nuestras propias reacciones a algo que supuestamente esta ocurriendo fuera de nosotros, pero ¿en realidad está ocurriendo algo allá afuera?
Muchas teorías discuten el tema. La teoría de Newton establece que existe una realidad objetiva, que el mundo es como lo vemos y que existe a pesar de nuestra propia existencia. Más tarde, Einstein dijo que la percepción de la realidad depende de la relación que existe entre la velocidad del observador y lo que se observa.
En otras palabras, al cambiar nuestra velocidad relativa a la de un objeto, lo observamos de una manera totalmente diferente: el espacio se deforma, se comprime o se expande y el tiempo cambia.

Otras teorías, tales como el principio de incertidumbre de Heisenberg, proponen reciprocidad entre el individuo y el mundo. En pocas palabras, la percepción de la realidad es el resultado de mi influencia en el mundo y su influencia en mí.





El nacimiento de la KABBALAH se remonta a principios de la era cristiana, su apogeo fue durante los siglos XI y XII pero aún en la actualidad sus ideas siguen siendo válidas y hoy en día es una de las fuentes de inspiración más importantes del mundo. La KABBALAH es la rama esotérica del judaísmo, aunque el judaísmo oficial siempre se ha mantenido al margen de corrientes ocultas y místicas como la Cábala.

En español antiguo Cábala o cabalístico es sinónimo de complejo o críptico. En el judaísmo, Cábala significa literalmente “lo que se ha dictado”, es decir la tradición. 


La ciencia de la Cabalá nos explica que no hay una realidad perceptible fuera de nosotros. No tenemos influencia sobre nada externo porque no percibimos nada fuera de nosotros. Afuera de nosotros sólo hay una constante Luz Superior. El mundo entero se encuentra dentro de nosotros, y sentimos que somos influenciados por lo exterior porque fuimos creados de esta manera.

Si salimos de nuestro mundo, comenzamos a ver cómo la Luz Superior da nacimiento a nuevas imágenes del mundo dentro de nosotros. El mundo entero luego se convierte en pequeño y restringido. Nos damos cuenta cómo la Luz Superior determina la forma en que nos percibimos a nosotros mismos y al medio ambiente, y al final empezamos a controlar este proceso.

La ciencia de la Cabalá nos proporciona esta habilidad. Empezamos a comprender que nuestras limitaciones están dentro de nosotros. Si igualamos nuestros atributos internos con los de la Luz Superior, alcanzamos un nivel de perfección y eternidad que se llama “el mundo del Infinito”, es decir, vida eterna y plenitud absoluta.

Todo esto depende exclusivamente del cambio de nuestras cualidades internas. Por esta razón, el propósito de la ciencia de la Cabalá es mostrarnos que al transformarnos (y hacerlo rápidamente en el transcurso de una vida) empezamos a trascender nuestra terrenal existencia.

El cuerpo permanece aquí y seguimos viviendo nuestra vida usual con nuestra familia, hijos, el mundo y la sociedad; pero además de todo esto, recibimos la Realidad Superior.


Podemos mejorar nuestra capacidad para detectar la Ley Espiritual de Causa y Efecto en funcionamiento si mantenemos la conciencia de que en cada momento estamos plantando una semilla. Plantar semillas de egoísmo, celos o impaciencia nos traerá finalmente dificultades y conflictos. En cambio, plantar semillas con actos de compartir, tolerancia y amor incondicional... nos traerá plenitud. 

Compilado: Anónimo Donoso





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2 comentarios:

  1. amigazo mio ,un gran abrazo te mando de aca a lo lejos desde chile , estamos lejos en distancia pero no en conexion espero que todo valla bien con oli gracias por las publicaciones siempre son de gran ayuda para todos los que visitan tu pag te mando mil bendiciones y buenos deseos cuidate mucho se despide tu amigo Alfredo .

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  2. Un abrazo cósmico para ti Alfredo.Espero que te encuentres muy bien junto a tu familia. gracias por tus bellas palabras.

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