La conciencia y la observación serán importantes herramientas para vivir en la nueva era. La compresión y educación de nuestra forma de pensar y sentir nos darán el impulso para saltar los obstáculos y lograr materializar nuestros sueños.
La física cuántica ofrece algunas luces para comprender la espiritualidad, la conciencia y la existencia de una dimensión trascendente a la cuál el hombre se refiere como "Dios". Materia y conciencia interactúan, siendo ambas componentes elementales del universo, ninguna de las cuáles es reducible a la otra.
El cerebro no es un órgano que genera la conciencia, sino más bien un instrumento evolucionado para transmitir y limitar los procesos de la conciencia y de la atención consciente para restringirlos a los aspectos del entorno material , cruciales para el éxito terrestre del individuo. Fenómenos como la telepatía y la clarividencia serían simplemente ejemplos en los cuáles las limitaciones fueron subyugadas. A la muerte del cuerpo sobrevive la conciencia una conciencia universal que se nutre y nutre de aquellas conciencias que continúan ligadas a la materia.
Un lente o un prisma no producen la luz, sino solamente la transmite en una forma diferente. Puede entenderse que el cerebro humano dispone de una capacidad de percepción que le diferencia de aquellos seres vivos que definimos como inferiores. Pero aunque “superior” nuestro cerebro esta lejos de percibir lo que yo definiría como un mundo de modulaciones del cual el margen de frecuencias del espectro electromagnético que reconocemos es apenas un estrato insignificante o poco mas. Si hablamos de la energía del color verde inmediatamente pensaremos en una energía de ámbito anímico no como una energía ponderable y practica desde el punto de vista material. Donde finaliza el mundo de la luz se manifiesta el infrarrojo un especto de calor que si que puede ser medido y es aplicable a nuestras necesidades básicas de supervivencia. En el otro lado de de la gama de los colores se manifiesta el ultravioleta su poder en algunas de sus frecuencias es tan extremo que podría acabar con la totalidad de la vida en el planeta. Esas mismas frecuencias (UVC) son las que emiten la totalidad de nuestros tubos fluorescentes domésticos. Es ahora cuando piensas ¿que me estas diciendo? Pues que sin ese polvillo blanco que recubre el tubo que actúa como filtro seria cuestión de tiempo que sucumbiéramos a la acción cancerigena “real” de la radiación de nuestras habituales lámparas.
Dar la vuelta a las cosas es una manera eficaz de obtener otro punto de vista.
"Todo es material" (lo que implica que lo espiritual, lo ideal, lo inmaterial, no existe). El materialismo entendido de esta forma implica el ateísmo o la negación de que Dios existe (ya que Dios es por definición inmaterial, y lo inmaterial no existe para los materialistas).
Supongamos formamos parte de una raza mas allá de las estrellas un lugar donde nadie a llegado aún
Somos espíritus superiores (Entiendase, pues que estamos por encima de los espíritus simples) Nuestra existencia se ubica en el universo espiritual por tanto no existe la materia y nada es “natural”
Dar la vuelta a las cosas es una manera eficaz de obtener otro punto de vista.
"Todo es material" (lo que implica que lo espiritual, lo ideal, lo inmaterial, no existe). El materialismo entendido de esta forma implica el ateísmo o la negación de que Dios existe (ya que Dios es por definición inmaterial, y lo inmaterial no existe para los materialistas).
Supongamos formamos parte de una raza mas allá de las estrellas un lugar donde nadie a llegado aún
Somos espíritus superiores (Entiendase, pues que estamos por encima de los espíritus simples) Nuestra existencia se ubica en el universo espiritual por tanto no existe la materia y nada es “natural”
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