Ka puede describirse como el circuito eléctrico, como el cuerpo de     luz que existe de forma idéntica y simultánea en los espacios de la     tercera a la sexta dimensión y cuya función es en última instancia     la de anclar y mantener la forma de tu Presencia de Cristo. En otras     palabras, es la conexión entre el espíritu, la dimensión y la forma,     permitiéndonos, en tanto seres humanos, sin abandonar el cuerpo,     convertirnos en seres de Cristo y avanzar así de la tercera a la     cuarta dimensión e incluso más lejos, evolucionar y seguir     haciéndolo al tiempo que se eleva nuestra frecuencia vibratoria. 
13 Pasos de Ascensión
I. Identificación del objeto. Inicio. Reconoces el deseo de  unificación con el Ser Superior y el Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe  seguido por el inicio de la acción que conduzca a este fin. Se producen  invocación, receptividad y compromiso con el objetivo. Inicias tu  primera sesión Ka. 
El cuerpo Ka podría describirse como el vehículo en  el que el Yo Superior desciende a la materia y en el que asciende junto  con el cuerpo a dimensiones superiores. Ka puede describirse como el  circuito eléctrico o el cuerpo de luz cuya función es anclar y mantener  la forma de tu Presencia Crística.
II. Polaridad, inteligencia y desafío. Tiene lugar el reconocimiento de  la necesidad de la acción que empieza a generar el equilibrio de la  polaridad del masculino/femenino internos y externos. Despejas emociones  y temas relativos a la falsa separación, conflicto y dualidad. Se  produce una armonía incipiente aunque el Ka todavía está luchando con  las resistencias del ego.
III. Flujo rítmico. Se genera un nuevo nivel en que las trabas se  reducen cuando el ego cede favor de tu intención divina. La energía Ka  fluye más fácil y continuadamente. Medida, definición. Se asimilan  lecciones de discernimiento y capacidad de mantenerse enfocado en  disciplina y determinación. Se pone a prueba tu dedicación espiritual a  tu meta de ascensión y llegar a se uno. Cristo ha dicho que la pregunta  espiritual que dispara esta activación es: "¿Hay algo que valga la pena  amar en este momento?" Se reevalúan las prioridades y, a medida que  eliges la forma adecuada, el Ka se abre camino cada vez más contundente y  permanentemente.
 
V. Estar centrado. Poder divino. A medida que aceptas tu verdadera  identidad sin negar tu humanidad, te vas despojando del ego y de  identidades pasadas. La energía Ka empieza a sanar más profundamente el  sistema nervioso como resultado de este despojamiento y aceptación. Se  vislumbran una nueva madurez y serena sabiduría.
VI. Equilibrio. El compromiso de vivir la vida plenamente a todos los niveles genera un equilibrio y un abandono de la resistencia a los sentimientos intensos. Comienzas a sentir el Yo Superior siempre conectado con el cuerpo. Ka y kundalini fluyen de forma sincronizada, armónica y continuadamente. Se acelera el ritmo de despejamiento de las células.
VII. Canalización de energías de dimensiones superiores. Se acentúan la  renovación y sanación del alma. Empiezas a recordar el mito de tus  auténticos orígenes. El enlace estelar Ka desencadena un mayor acceso a  realidades multidimensionales. Ahora te comprendes y te perdonas más  intensamente.
VIII. Resonancia armónica. El amor a ti mismo y un amor incondicional hacia los demás integran tu realidad. Ya no es posible atribuir culpas. La compasión sin lástima se intensifica y así materializas tu desapego. Se desvelan los temas esenciales. Te sientes impulsado armónicamente por ti mismo, sintiéndote Uno con el Creador. Es el sonido de una voz de amor. La resonancia de Ka trasciende tiempo y espacio generando más recuerdos instantáneos de tu propia verdad divina.
 IX. Realización. Se terminan de romper las pautas kármicas negativas.  Actúas desde el Ser. Dejas de "hacer esfuerzos" y de "intentar" para  darte cuenta de que "eres aquello que buscas". Has aceptado la  responsabilidad de ser dueño de tu propio Ser. Se mantiene el nivel de  los canales y del flujo Ka. Estás plenamente comprometido a alcanzar tu  propio destino supremo, que es servir a Todo Lo Que Es.
X. Manifestación de la meta. Te fusionas plenamente con el Yo Superior  dentro del cuerpo. Se despeja toda creencia en tus propias limitaciones.  El Ka, y el kundalini del cuerpo, así como el Yo Superior se  sincronizan continuada y armónicamente. Los que estén dispuestos a verlo  reconocen en ti tu auténtico yo y vives plenamente tu objetivo  superior.
XI. Disolución y absolución. Se disuelve todo aquello que no sea esencial. Se produce una entrega total a tu propia iluminación con la liberación de las últimas resistencias. Se examinan todas las metas y los elementos relacionados con ellas, desechando los que no se ajusten a la Voluntad Divina. El Ka se fusiona a nivel celular y se hace cada vez más ligero. Se activa el cuerpo de luz.
 XII. Universal. Tu autonomía cede todo el control a la Voluntad Divina  de la conciencia colectiva superior (porque tu voluntad se vuelve una  con la Voluntad Divina). Tu dedicación es absoluta, automática y tu  único deseo. El Ka ha completado su vínculo con las estrellas y  galaxias, cerrando el círculo al conectarse con Dios/Diosa/Todo Lo Que
 Es, así como con el yo futuro en Cristo de todo ser encuadrado en niveles inferiores al tuyo.
XIII. Trascendencia. Has alcanzado la conciencia Crística y puedes ascender cuando lo desees.
 A fin de completar todo el proceso,
 debes embarcarte en el camino de olvidar y recordar,
 de abandonar y abandonarse a Dios/Diosa/Todo Lo Que Es
 y una total dedicación a la purificación y trascendencia del ego...
 Cuando no quede más que el yo, amando incondicionalmente, rendido e iluminado,
 es cuando empieza el verdadero trabajo.


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