miércoles, 19 de enero de 2011

CIMÁTICA, EL ESTUDIO DE LAS ONDAS

LA TEORIA DE CUERDAS. UNIFICA TODO EN UNA ONDA DE CREACIÓN


La ciencia de la cimática demuestra de forma visual el modo en que el sonido configura la materia. La cimática consiste en el estudio del fenómeno de las ondas, y fue “descubierto” en la década de los 60 por el científico suizo, Dr. Hans Jenny. Sus experimentos demostraron que, si se colocan polvos finos, arena y virutas de acero sobre una lámina de metal y se les aplica una vibración de ondas acústicas, dichas partículas se organizaban formando patrones concretos. Las diferentes sustancias se concentran en los senos o depresiones de las ondas acústicas, destacando de ese modo el lugar donde el sonido es más denso. Estos sorprendentes patrones, también conocidos como figuras Chalynadi, configuran, en el caso de los sonidos armoniosos, mandalas geométricos simétricos. En algunos casos no son simétricos, sin embargo resulta fascinante su contemplación.
Lo cierto es que nuestra ciencia moderna occidental es la que aporta las evidencias más convincentes en lo referente al poder del sonido sobre la configuración y transformación de la materia; lo que constituye el fundamento de su capacidad curativa. Sabemos con toda certeza, como también lo sabían los antiguos, que todo el universo está formado por átomos. Cada átomo está formado por un núcleo (neutrones y protones) y un electrón o electrones que giran a gran velocidad alrededor del núcleo. El número de cada una de estas partículas difiere según la naturaleza dela materia. El movimiento de giro de los electrones origina un compás o cadencia que crea una onda; onda que es posible distinguir mediante nuestra percepción humana como forma o materia. Siempre que coexisten cadencia, onda y forma, se produce Sonido. Este conjunto recibe el nombre de la “Ley de los tres”. No es difícil relacionarlo con otros conjuntos o tríos como el de la “Santísima Trinidad”, así como otros grupos de tres divinidades o aspectos que también se da en otras religiones y culturas.

Si comparamos la distancia de los electrones al núcleo de cualquier átomo, descubriremos que resulta proporcional a la de la Tierra al Sol (de aproximadamente 160 millones de Km). En otros términos, lo que nuestros sentidos humanos perciben como materia, no es otra cosa que un conjunto de campos electromagnéticos resonantes, estrechamente vinculados e interpenetrados: en resumen una manifestación densa de SONIDO (con mucho espacio intercalado). Toda la materia es sonido y emite sonido, aunque dichos sonidos se encuentren, en su mayoría, fuera de nuestro limitado sentido físico de la audición. Nuestros cuerpo físicos, por consiguiente, son también campos electromagnéticos resonantes, como también lo son nuestras auras, ambos generados por los átomos que nos configuran.
Nosotros estamos vibrando constantemente. Cada molécula, célula, tejido, órgano, glándula, hueso y fluido de nuestros cuerpos tiene su propio índice (coeficiente) de vibración. Lo mismo ocurre con cada chakra y cada estrato de campo electromagnético, o aura. Estos puntos y campos de energía son de igual importancia para el cuerpo físico, aunque menos densos. En cierto sentido reflejan el estado del cuerpo físico aunque, lo que es más importante, el cuerpo físico refleja el estado del aura. La ciencia de la cimática prueba más allá de toda duda, que cualquier sonido cercano al organismo humano originará un cambio físico en el interior del organismo y sus campos electromagnéticos. Este cambio puede que solamente sea temporal, pero mientras perdura es posible que provoque ciertos factores muy poderosos y mágicos. Este es el momento de la sanación.
Cuadros de Sonido: Haciendo Visibles las Vibraciones Invisibles

En nuestra cultura moderna donde para muchos ver es creer, ¿cómo sabemos que lo que dicen las sagas y los practicantes de energía acerca del poder del sonido es verdad? ¿Hay evidencias que la vibración y el sonido pueden afectar la materia, interactuar con nuestras moléculas y estimular la curación? Y en ese caso, ¿podemos nosotros medir sus efectos? 

En el siglo dieciocho, el científico alemán y músico Ernst Chladni, conocido como el padre de la acústica, dio un paso hacia contestar estas interrogantes. Él demostró, en simples y sencillos experimentos visuales, que el sonido afecta la materia. Cuando él tomó un arco de violín alrededor del borde de una placa cubierta con arena fina, la arena formó varios patrones geométricos, como se muestra abajo.

Otro pionero en esta arena fue el Dr. Hans Jenny. Suizo, doctor en medicina y científico, Dr. Jenny comprendió la importancia de la vibración y el sonido, y partió para estudiarlos de un único ángulo. Sus fascinantes experimentos en el estudio de fenómenos de ondas que él llamó cimática - cymatics (del kyma griego, significando “la onda”), nos proporciona nada menos de cuadros de cómo el sonido influencia la materia. 

En los años sesenta, el Dr. Jenny puso arena, fluido y polvos sobre platos de metal, que él hizo vibrar con un generador especial de frecuencia y una bocina. Sus experimentos produjeron bonitos e intrincados patrones que eran únicos para cada vibración individual (vea las fotografías debajo). Es más, estos patrones variantes permanecieron intactos mientras el sonido pulsaba a través de la sustancia. Si se detenía el sonido, el patrón colapsaba.

Para muchos, estos experimentos muestran que el sonido puede, de hecho, alterar formas, que diferentes frecuencias producen diferentes resultados, y ese sonido realmente crea y mantiene la forma. 

http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ciencia_cymatics08.htm


Video de Ben Stewart sobre el tema muy recomendado.



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