Nuestras vidas trascurren muchas veces sin darnos la oportunidad de
valorar lo vivido. Debemos ser capaces de reconocer lo valioso de nuestro
recorrido y ser lo suficientemente sabios para dejar atrás los errores, el
sufrimiento y enfocarnos en la esencia del aprendizaje.
Dentro de la rutina de nuestro
cotidiano es normal que no tengamos el tiempo ni la conciencia puesta en
nuestras acciones ni en nuestras experiencias, el cual dificulta la comprensión de lo vivido y
con ello la imposibilidad de valorar adecuadamente los acontecimientos y las
circunstancias en las cuales nos hemos ido desarrollando. Es de esta forma que
con el transcurrir de la vida, vamos dejando pasar valiosas oportunidades y
dejamos de apreciar lo vivido y muchas veces no logramos comprender aquello que
es necesario en el momento adecuado, y es a veces es muy tarde o muy desolador darnos cuentas cuando hemos dejado
pasar las oportunidades y a las personas valiosas, dado que el tiempo es quien
nos revela la verdad que estuvo silenciada por nuestra rutina y por nuestros
temores.Es bueno recordar que la vejez comprendida como el estado final y evaluativo de nuestra existencia, debe
llevarnos al bienestar la alegría y seguridad, siendo el resultado de nuestra
coherencia y a nuestras decisiones consientes, y no la acostumbrada resignación
y negación del camino.
Sabemos que nuestro modo de vida acostumbrado
nos mantiene alejado de una conciencia responsable y coherente, y es poco común
darle a nuestras decisiones de vida una dirección profunda y espiritual dado
que los intereses y las falsas creencias nos hacen pensar desde el ego y el
materialismo de una forma poco sincera con nuestro interior.
En años de transformación
profunda, todos estamos llamados a despertar a nuestra esencia y a manifestarnos
desde lo más profundo de nuestro ser, es por ello un momento transcendente en
la forma que concebir nuestras decisiones y la observación de nuestras vidas,
invitados a valorar nuestro bienestar espiritual y despertar con la
responsabilidad nuestras decisiones.
Cuantas veces sabemos lo
diferente que hubiese sido nuestra vida si hubiésemos tomado aquel camino, o
aquella decisión y ya es tarde para cambiar el destino.
La reflexión invita a observar
todo lo valioso del momento y a tener la claridad para ver la importancia de la
situación, teniendo de estar forma el control sabio de nuestro destino en el
presente y así poder dar el rumbo coherente de nuestra vida el cual deberá
darnos satisfacción y paz interior, los cuales son los objetivos fundamentales de
nuestra existencia.
Cuantos historias vemos pasar por
nuestras vidas que finalmente vamos acumulando dudas, e inseguridades
provenientes de esa poca observación o conciencia de vida la cual solo podrá
ser cambiada desde la integra responsabilidad y real conexión con nuestros
verdaderos intereses internos, que no son otros que el bienestar mental,
emocional y existencial siendo los ingredientes fundamentales de la
trascendencia vivencial y la cual debiese estar manifestada en alegría
salud y sobre todo de los auténticos objetivos como el crecimiento interior,
bienestar emocional y auto valoración que nos acercaran a la realización
verdadera.
El camino nos presentara siempre
muchos destinos posibles, y estamos destinados a evolucionar a la sabiduría de
saber decidir el camino correcto de nuestra vida y con ella ser los creadores
consientes de los acontecimientos de nuestra realidad. Todo es posible cuando
se logra derribar los espejismos creados por los temores y nos aventuramos a la
verdad oculta y reprimida nuestro corazón el cual ha sido muchas veces poco
valorado por nuestras razones y nuestros intereses superficiales de existencia.
Mucha de nuestras creencias se
sostienen desde lo lógico, y es la forma que hemos aprendido a valorar nuestros
actos y nuestras decisiones. En este nuevo aire fresco de evolución en las
cuales nos encontramos todos inmersos, en una gran oportunidad para lograr
trascender a las verdades profundas del alma y del corazón.
“Toma conciencia de donde te
encuentras en cada momento, y a donde quieres ir, solo así podrás moldear las
experiencias de tu futuro y acercarlas a tus propias verdades que te llevaran a
comprender el verdadero propósito de tu existencia y a un profundo sentimiento de
alegría, seguridad y paz.”
Anónimo Donoso.
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