lunes, 11 de febrero de 2013

HUMANIDAD & CONCIENCIA GLOBAL

Estamos todos integrados por una conciencia que nos  unifica a todos como especie. Son muchos los estudios que dan paso a una nueva forma comprender nuestra  humanidad. 

"Separar las partes del todo constituye un error esencial, el error de atomizar lo que no debe ser atomizado. La unidad y la complementariedad son lo real."  Werner Heisenberg

El Proyecto Conciencia Global (PCG) es una de las investigaciones más fascinantes, revolucionarias y útiles, que se llevan a cabo hoy en el mundo. Su poder para mejorar la calidad de nuestra vida es infinito. Sin embargo dicho poder va de la mano de un desafío, el desafío es cumplir con una condición. La condición para que el efecto que podría generar, se genere realmente, es que apliquemos la verdad. 


ROGER NELSON y LA CONSCIENCIA GLOBAL

El profesor en la Universidad de Princeton y Doctor en Psicología Cognitiva Experimental,  Roger D. Nelson es el director del PCG. Tiene el honorable mérito de ser el primer científico que encuentra una forma de medir con datos matemáticos lo que las tradiciones espirituales antiguas han afirmado siempre: todos somos uno. Nelson ha ideado la forma de medir un campo de consciencia global, un campo que nos une, que revela que somos células de un solo cuerpo: la humanidad.

Roger D. Nelson originario de Nebraska, se autodefine como una persona fascinada desde la niñez por las ideas exóticas y un incansable buscador de la realidad que se oculta detrás de la realidad. En 1980 se unió al laboratorio Princeton Engineering Anomalies Research (recordemos que la Universidad de Princeton, está considerada como uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo). Sus primeras investigaciones se centraron sobre percepción remota y la interacción de la conciencia humana con los sistemas físicos. A partir de ellas surge la idea de que ha de existir alguna clase de "campo de conciencia" y en 1997 inició el Proyecto Conciencia Global.



El instrumento para medir el Electro Encefalograma de la Tierra (EGG - Electro Gaia Gram) es  una red de cien ordenadores situados en muy diversos puntos del planeta que funcionan  las 24 horas al día los 365 días del año, emitiendo CEROS  y UNOS de forma aleatoria. Los datos emitidos son enviados a un gigantesco ordenador en la Universidad de Princeton donde son analizados. Lo que se busca son anomalías en el comportamiento de la red. Se define como "anomalía" aquel comportamiento de los ordenadores que no puede ser explicado estadísticamente por tratarse de una desviación significativa o incluso masiva del patrón aleatorio. Lo esperable - debido a que así se les ha programado - es que los ordenadores en un lapso dado de tiempo emitan prácticamente el mismo número de 0 que de 1. Para entendernos, es como si estuviéramos tirando monedas al aire, de cada 10.000 lanzamientos lo normal es que 5000 sean cara y 5000 sean cruz. Lo que la red de ordenadores ("huevos" según el término derivado de la sigla EGG) demuestra es que:

- las anomalías existen

- llegan a ser muy marcadas

- siempre coinciden con grandes acontecimientos de la humanidad

- lo que los eventos tiene en común es que concentran la atención de millones de personas en un mismo asunto, generando un foco común.


Los responsables del estudio asocian las anomalías al efecto que la mente humana puede causar sobre la materia más allá de las fronteras del espacio. Nelson declara que no saben cómo se da la correlación entre equipos electrónicos diseñados para funcionar de forma aleatoria que sustituyen el patrón aleatorio todos a la vez y el campo de energía generado por la unificación de la atención de la humanidad, pero que luego de tres años observando la reiteración inequívoca del fenómeno y con más de doscientos estudios exhaustivos que lo avalan, no queda más remedio que admitir que el fenómeno de la correlación existe. (Para más información consultar el sitio web del proyecto: http://noosphere. princeton.edu)

Las anomalías masivas en el comportamiento de la red se dan ante acontecimientos graves y emotivos como por ejemplo: el atentado que acabó con las Torres Gemelas de Nueva York, los ataques terroristas cometidos por Al Qaeda en Madrid en 2004 y en Londres en 2005, los funerales de la princesa Diana de Gales, el tsunami que arrasó el Sureste asiático y la elección del presidente Obama. El hecho de que  los equipos electrónicos rompan el patrón estadístico antes de que el suceso ocurra, confronta con un misterio aún mayor. Indican que sentimos antes de saber...

EL SIGNIFICADO DE LOS HECHOS

Es de enorme importancia que mucha gente se familiarice con la existencia de estos experimentos y con el significado de sus resultados. Constituyen un aval científico de la visión  del mundo que los grandes maestros espirituales nos han legado desde siempre. En el pensamiento moderno contamos con tres grandes promotores de esta idea: C. G. Jung revolucionó la psicología creando la psicología transpersonal al hablar de un campo de consciencia colectivo, R. Sheldrake realiza un aporte extraordinario a la biología y la visión científica con su propuesta de los campos mórficos que dan cuenta de la comunicación telepática  y Theilard de Chardin habla de la Noosfera - o plano de la mente superior - regido por las leyes de la levedad complementario a la Biosfera regida por las leyes de la materia, las de la gravedad. El Proyecto de Consciencia Global no propone pues una idea nueva, ofrece si una forma de demostrar que la mente universal existe, que la conexión entre todos los hombres es real. Si comprendemos lo que esto significa y elegimos entrenarnos gradualmente modificando nuestro pensamiento, nuestro sentir y nuestro actuar para actuar en consonancia con ello ascendemos a nuestra verdadera identidad: sentir que somos células de un cuerpo mayor, células de la Humanidad.

¿Que pasaría si integráramos esta verdad? Si la integráramos, si cumpliéramos con la condición de encarnarla, se derrumbaría el separatismo y con él las causas del sufrimiento. Si nos sentimos células de la humanidad no podemos sentirnos insignificantes, ni podemos ver a nadie como poco valioso, pues todo ser humano es una pieza necesaria para completar el conjunto, todos y cada uno de nosotros. Si admitimos que todos somos valiosos, cuidar la vida pasa a ser una prioridad y se modifican todas las tendencias actuales que la desprecian, la ignoran y la destruyen. Si nos sentimos células de la humanidad se acaban el egoísmo, la indiferencia y la codicia pues comprendemos que no podemos dañar a nadie sin dañarnos, comprendemos que no hay otro separado de nosotros; que no hay causa que no genere una consecuencia, ni consecuencia que no retorne a su origen.

Si vemos la verdad de que somos células de un solo cuerpo, resulta imposible ser ajeno al dolor de otros y más imposible aún causarlo. Con esta consciencia, el deseo de superar las limitaciones que nos llevan a  perjudicar a otros y a perjudicarnos nosotros, se convierte en el eje de la vida. Son limitaciones la inseguridad, la comodidad, el temor, la pereza, la impulsividad, la rabia, la ansiedad, el egocentrismo, el orgullo, la vanidad y todas las demás tendencias y síntomas de nuestra personalidad aún no refinada. Con la consciencia de ser parte de un todo mayor, vivimos dedicados a la tarea de superarnos, de integrarnos, de mejorar pues sabemos que nuestro potencial real es llegar a percibir ese todo del que formamos parte. Viviendo así efectivamente mejoramos, efectivamente nos integramos y nuestra capacidad aumenta, nuestra luz crece, nuestra sensibilidad, así como nuestras oportunidades de aprender y de dar se multiplican. Damos, aprendemos, ofrendamos a la vida nuestros logros y nacemos a la una vivencia mucho mayor de estar conectados a toda la creación. Así lo que comenzó por una sensación, por un anhelo, por una búsqueda, llega a ser la verdad más sólida de nuestra existencia. Así sentimos que pertenecemos a la vida, al mundo, a la humanidad y que ella está en nosotros.  

El intelecto es una conquista maravillosa y corresponde a un paso importante en el proceso evolutivo, sin embargo considerar que es él quien nos define como humanos es uno de los errores más peligrosos y extendidos. Un error del que estamos despertando a gran escala. Cada vez hay una mayor penetración en la opinión pública, así como a nivel académico, de la idea de que es la inteligencia emocional, la que determina nuestra capacidad de relacionarnos, adaptarnos y ser felices. Los efectos de un intelecto disociado del corazón han devastado a la humanidad y a la Madre Tierra. Hemos llegado a la capacidad de destruirnos con nuestra tecnología y lo sabemos. Saberlo sin embargo no basta, asustarse no es operativo, lamentarse nunca resolvió ningún problema. La solución esta en despertar, despertar es reclamar ese potencial humano infinito que nos aguarda cuando abrimos el corazón. El corazón sólo tiene cerradura por dentro, la llave sólo la tiene, sólo la ha tenido y sólo la puede tener el dueño.

¿Lo abriremos? ¿Es este un buen momento para optar por nuestra luz?

Compilado : Anonimo Donoso.
http://www.nuevagaia.com/




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