Los días transcurren y nos acercamos a un momento que transformara nuestra percepción y nuestra conciencia, y que representa el fin de un ciclo. Desde todo el planeta el latido del corazón empieza a ser el que resuena. Desde la lógica, el escepticismo bloquean nuestra acceso. Pero la razón el intelecto, comprende que la clave es la conexión con el Ser. El recuperar las vibraciones del corazón para llegar al equilibrio.
Mucho se ha hablado de lo que ocurrirá el 21 de diciembre de 2012; sin embargo, también tenemos un dejo de duda alrededor de la evidencia que tanto creyentes y hasta científicos han sostenido del tema. Pero, no podemos negar que dentro de cada uno también existe la incertidumbre y el escepticismo.
Llegamos a una era de transformación innegable, todos cambiamos, desde el planeta, los seres humanos y todo lo que involucra a un ser viviente y cada día son más y más personas conscientes que nada será igual, ya que desde hace algunos años se viene produciendo la transformación o limpieza como algunos llaman.
Pero bien, no son de las profecías mayas, ni de los indios Hopis o de Nostradamus, simplemente revisemos un en área particular dentro de las prácticas esotéricas para dilucidar si hay relación con toda la información que estamos recibiendo cambios innegables.
A dicho portal se le atribuye su relación a una puerta hacia una dimensión desconocida por nosotros y que será pieza clave para conocer el desenlace de los acontecimientos. A lo cual debemos también retroceder un poco, hasta el 11-11-11, fecha recién pasada y que convocó a miles de personas en todo el mundo a canalizar energía a las 11:11 hrs., activando dicho portal.
Según el resultado de la numerología puedes observar e que los cambios serán innegables, al calcular 21.12.2012 (fecha que algunos identifican como el “fin del mundo” basados en supuestos cálculos mayas) se obtiene como resultado el 11, dicho número no se reduce por ser un “número maestro” y si a lo anterior indicamos las 11:11 hrs. que han especificado los creyentes para ese día (volvemos al 11), veremos que el número se repite, comportándose como un portal 11:11.
El número 11 se ha atribuido a cientos de catástrofes y grandes cambios, se considera el número de las revelaciones e invita a escuchar la voz interna de cada ser. También el número se repite cuando notamos que los ciclos solares se dan cada 11.000 años y el último se registró en la glaciación.
Adicionalmente, vemos que los ciclos
solares provocan grandes cambios en la masa del sol, provocando las tormentas solares que indican los expertos afectaría las comunicaciones en todo el planeta, pero más aún afectando el comportamiento de los seres humanos; sin embargo, y a pesar de lo nefasto del panorama para la alineación planetaria del 21 de diciembre de 2012, se puede asegurar que estamos viviendo una etapa de transformación para poder entrar en un nueva dimensión y con un nivel evolutivo mucho mayor.
Hacer el cambio de era no significa que será fácil e incluso existirán manifestaciones físicas y psíquicas que acompañarán a las personas y muchas ya están sintiendo los cambios en todo el mundo.
Durante este año muchas personas notarán un aumento de su percepción, telepatía e instinto, llegando incluso a recordar a través de sueños situaciones que permanecían ocultas en el subconsciente. No obstante, también existirán manifestaciones más problemáticas como exceso de estrés, angustia y hasta la necesidad absoluta de realizar cambios en todo nivel, lo cual llevará a que se produzcan aún más manifestaciones personales y sociales en todo el planeta a causa de disconformidad y la necesidad de cambio en cada ser.
Es la etapa del despertar de la conciencia, del amanecer de la galaxia que muchos esperan.
Podemos creer o no, cada quien juzgará a su debido momento
Tiempos proféticos
No es nada nuevo decir que estamos viviendo tiempos proféticos. ¿Pero realmente que significa una profecía? Cuando escuchamos la palabra profecía, es común asociarla con catástrofes, guerras, holocaustos o tragedias. Y podríamos decir que, en general, las profecías están asociadas a hechos de alguna manera negativos, pero el mayor error está en creer que son hechos inamovibles e incambiables. Ya el hecho de que en general los acontecimientos más negativos sean casi siempre profetizados con anterioridad nos debería hacer reflexionar que se trata de simples advertencias.
2012: ¿El año en que se nos terminaron las oportunidades?
Las más importantes profecías, los más diversos grupos espirituales y de contacto, las antiguas escrituras, los más atentos científicos y la realidad actual indican, inequívocamente, que el tiempo es hoy, que la realidad apremia, y que nuestra responsabilidad aumenta a medida que se acerca la fecha limite:diciembre de 2012. Grandes huracanes, guerra de paz, epidemias generalizadas, globalización tecnológica, comunicación en tiempo real, depresiones en aumento, búsqueda espiritual, contrastes sociales, sofisticadas luchas de poderes. Todo esto que vivimos a diario puede hacer que reaccionemos de dos formas: que vayamos perdiendo paulatinamente la sensibilidad, sumiéndonos así en la vorágine apocalíptica, o que asumamos nuestra responsabilidad como parte de la realidad y seamos un componente activo del cambio posible.
El año 2012 representa, en realidad, un renacimiento.
Lejos de ser un riesgo o de marcar la fecha del fin del mundo, el 2012 simboliza el inicio de un nuevo ciclo para la humanidad. Actualmente se está transmitiendo una película cuya trama se basa en el cataclismo que diversas profecías vaticinaron para esa fecha: la de Nostradamus, la del Apocalipsis (escrita por el Apóstol San Juan) y la de Luz, según consta en Nuestro Calendario Maya. La película, que ya ha provocado terror en niños y adolescentes, es sólo una fantasía que resulta de varias interpretaciones erróneas.
La profecía Maya se llama, en realidad, de Luz, pues indica la fecha en la que termina un largo período de oscuridad para el género humano y comienza un nuevo ciclo (el ciclo de luz).
Esto se refiere a que el hombre ha vivido inmerso durante siglos en el pensamiento equivocado. El pensamiento basado en el miedo. Centrado en crisis, en pobreza, limitaciones, guerras, desastres, enfermedades, juicios, odios, envidias, etc. Es decir, ha vivido inmerso en el sufrimiento.
Cada 52 años se da un cambio en el mundo. Es un cambio que se refleja en cuestiones planetarias y de tipo climatológico. Así sucede cíclicamente.
En el caso específico del 2012 tenemos un cambio astronómico que impacta nuestro comportamiento significativamente, está implicado un cambio de conciencia. Se le ha denominado Año del Despertar de Conciencia.
Al escuchar por primera vez esta idea, de que un cambio astronómico puede provocar cambios en nosotros, podemos reaccionar incrédulos, escépticos, pero ¿no Te consta que hasta un cambio en el clima del día puede cambiar Tu estado de ánimo? Pues cuanto más lo provocan las radiaciones que recibimos de la estrella central de nuestra hipergalaxia llamada Alción (Alcyone en inglés).
En 2012 “lo único” que sucederá es que pasaremos de la noche galáctica al día galáctico y eso provoca que el tipo de radiación que recibiremos (como la que recibimos del sol en día o noche) vaya a cambiar y tendrá influencia en nuestro comportamiento. Esta influencia será muy positiva (comenzó desde 1947 muy paulatinamente) y seremos testigos de cambios fenomenales en el ser humano hacia la fraternidad. Será un notorio despertar.
Despertar significa aprender a vivir. Salir de la oscuridad, ir a la luz. Aprender a vivir es eliminar el miedo, cambiándolo por Amor. En el Amor sólo existe la fe, la confianza, la certeza, la abundancia, la prosperidad, la salud, el bien, la paz, la armonía, la felicidad. No como situaciones de momento, sino como un estilo de vida, como un estado de conciencia permanente, que la persona elige.
Compilado : Anónimo Donoso.
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