miércoles, 2 de marzo de 2011

EXPERIENCIAS ASTRALES

Hubo un tiempo muy remoto en el que el ser humano aún era consciente de su consciencia divina. La primera vez que los seres humanos habitaron la tierra en un cuerpo físico fue en el continente de la Lemuria, hace más de 100.000 años.

En aquellos tiempos los seres humanos conocían la telepatía como base de comunicación, porque no existía el engaño y todos ellos tenían la capacidad de desprenderse del cuerpo a voluntad y viajar por los diferentes planos astrales, incluyendo el plano causal; plano donde las entidades individuales pueden aún percibir la consciencia más alta de Dios sin perder su individualidad.
En la Lemuria, cuando la gente encarnó en la Tierra, no había grandes problemas; era la edad de oro de la humanidad y la gente permanecía consciente de su naturaleza espiritual; dependían de su conexión con Dios como la base de sus vidas y todos ellos eran conscientes de su unidad con el Ser interior o Dios. Pasado el tiempo, algunos comenzaron a satisfacer diversos propósitos egoístas y los sentimientos de celos, ira, lujuria y avaricia se desarrollaron. Esto enturbió su consciencia y la gente comenzó a perder contacto con su naturaleza divina y los poderes o dones que esto conllevaba; entre ellos la capacidad de viajar en el Astral. 

Muy pronto la gente se olvidó de Dios. El karma negativo que estaban creando les hizo quedarse atrapados en un estado de ignorancia y al olvidar su origen divino comenzaron a identificarse con el cuerpo físico como única realidad. 


Con el paso del tiempo, con el hundimiento de la Lemuria, la mayoría de las capacidades originales del hombre se olvidaron y quedaron relegadas a un número reducido de personas. Pero siempre ha habido grupos, ( posteriormente en la Atlántida, y más tarde, tras el hundimiento definitivo de la Atlántida, en la India y en el Tíbet especialmente ), donde hombres y mujeres han preservado y extendido hasta nuestros días los conocimientos ocultos del pasado, y en especial la capacidad de los viajes astrales como medio de un valor incalculable para recordar nuestros orígenes antiguos y también una fantástica herramienta de evolución para alcanzar el objetivo último de la vida humana, la realización del Conocimiento interior del Ser. 

Un Viaje Astral es la proyección consciente del alma, dentro de los diferentes planos de la existencia. Se puede realizar en cualquier momento y en cualquier lugar, de día o de noche, sin limitación alguna en cuanto al tiempo que permanezcamos fuera de nuestro propio cuerpo, el cual delimitamos o determinamos nosotros mismos.
Todos y cada uno de nosotros hemos realizado Viajes Astrales centenares de veces a lo largo de nuestra vida, especialmente durante el sueño, o en situaciones dramáticas para nosotros. La mayoría de estos viajes son inconscientes porque están tamizados por el intelecto y la razón. De esta manera esta experiencia tan maravillosa se queda reducida a un conjunto de experiencias incongruentes y sin sentido en la mayoría de los casos.
Si realizáramos un viaje astral conscientemente, con muy poco esfuerzo de nuestra parte, descubriríamos que detrás de esta experiencia, hay maravillosos conocimientos y avisos que realmente podrían cambiar nuestra vida y evitarnos infinidad de sufrimientos.

Durante el viaje astral consciente se produce una transferencia de consciencia del cuerpo físico al astral, por la cual al volver de nuevo al cuerpo físico podemos recordar con perfecta nitidez todo lo que hemos visto, sentido u oído, como si lo hubiéramos vivido en el plano físico pero con mucha más intensidad.  

CORDON DE PLATA

El cuerpo astral y el físico se hayan conectados entre sí por medio del Cordón de Plata. Éste es una masa de moléculas que vibran a una velocidad altísima. Es muy parecido al cordón umbilical que une a la madre con su hijo. Todos los impulsos, impresiones y alimento fluyen de ella a su pequeño, aún no nacido. Cuando el hijo nace y el cordón umbilical se corta, el niño muere a la vida que había conocido antes, se convierte en un ser separado con su propia identidad; deja de formar parte de la madre y adquiere su propia existencia.
Al Cordón de Plata se le llama así porque a pesar de que el conjunto de partículas que lo forman contienen todos los colores existentes, su conjunto visto desde fuera parece plateado. Este cordón es infinitamente extensible y sin límites, y el ser humano que viaja en el astral al separarse de su cuerpo flota al extremo del Cordón de Plata de una forma similar a la de una cometa al final de una cuerda. Cuando el cuerpo físico demanda su parte astral éste es tirado hacia abajo de igual forma como si tiramos de una cometa.

El Cordón de Plata une la Supraconsciencia o Ser Superior con el cuerpo humano, y las impresiones van de un lado a otro durante todos y cada uno de los segundos de la vida terrenal del cuerpo. Impresiones, lecciones, órdenes y, de vez en cuando, alimento espiritual proceden del Ser Superior hacia el cuerpo humano. Cuando éste muere el Cordón de Plata se corta y el cuerpo humano es dejado aparte, como si fuera ropa vieja e inservible que ya terminó su función, mientras el espíritu continúa.
Tanto si viajamos en el presente como si nos introducimos en los Archivos Akáshicos, el Cordón de Plata es la cuerda de seguridad y comunicación entre lo que percibimos y el plano físico donde se encuentra el cuerpo. Toda la información nos es transmitida a través de él. 



POSIBILIDADES EN EL PLANO ASTRAL

Liberándose de las limitaciones del cuerpo y viajando en el astral, de la misma forma que el conductor abandona su vehículo temporalmente, el hombre puede contemplar el gran mundo del espíritu y conocer la grandeza del alma, y asimismo conocer su origen y destino, y precisar las lecciones aprendidas mientras se encuentra atrapado en el cuerpo; y también descubrir el propósito de su vida presente en el plano físico, alcanzar el Conocimiento del Ser.
Viajando en el Astral puedes desplazarte a los lugares más distantes instantáneamente. Con la debida práctica se pueden visitar todas las ciudades y bibliotecas del mundo, y percibir los espíritus de la naturaleza (Hadas y Duendes). Muchos niños pueden hacerlo hasta que se les niega la posibilidad.
Los conocimientos del Ser Superior son ilimitados y todos nosotros podemos tener acceso a ellos. Existen, eso sí, grandes limitaciones para las capacidades del cuerpo físico, pero el ser humano es mucho más que un cuerpo y tiene acceso a todos los conocimientos del Ser Superior, aún en vida.

viajesenelastral.org/

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